viernes, enero 28, 2011

Omnipresente Mourinho (Ivan Vazquez ESPN)


No hay día en el que José Mourinho sea indiferente para la prensa española, uno más entre tantos entrenadores que pueblan los campos de fútbol de este país. Su continua exposición a los focos diluye de manera incomprensible la magnífica campaña que está realizando su equipo, excepción hecha de la goleada del Camp Nou, claro. Veamos los números. El Real Madrid suma cuatro puntos menos en Liga que el denominado mejor equipo de todos los tiempos, el Barcelona, tiene un pie en la final de Copa, tras su victoria en Sevilla y se encuentra en Octavos de la Champions. Números que harían feliz a cualquier entrenador. Menos a Mourinho.

El portugués quiere todo el poder, no se conforma con ser entrenador, su cargo. Intenta decidir en fichajes, renovaciones y hasta en la estructura del club. Su enfrentamiento con su superior, Jorge Valdano, es tal que el argentino ha tenido que dar un paso atrás para que no estallara todo. A Mourinho le molesta que esté cerca de él en los desplazamientos, que se meta en el vestuario, que interfiera en su relación con la plantilla. Y, de momento, Valdano ha cedido a su pretensión: quedarse al margen.

Valdano y Mourinho, antes de llegar al Madrid el DT, eran enemigos ideológicos. El entrenador no perdona al primero un artículo en el que criticó el fútbol que practicaban sus equipos. Aquel episodio se saldó con una disputa dialéctica que no tuvo un segundo capítulo hasta que el Barcelona aplastó su condición de imbatible, siendo ya entrenador blanco. Desde aquel día, Mourinho vive cabreado con el mundo. Y ha aprovechado para saldar su vieja deuda con Valdano. Lo quiere fuera del club o lejos de él, pero ésa decisión sólo la tiene el Presidente Florentino Pérez, que de momento no quiere ruptura definitiva. Otra cosa será a final de temporada, cuando uno de los dos tendrá que salir del equipo.

El caso es que para sofocar la ira de Mourinho el club ha sacrificado, en cierta forma, la figura de Valdano, adjunto al Presidente, y sobre todo se ha fichado al delantero que tanto reclamaba el portugués. Se trata de Emmanuel Adebayor, un punta de innegables cualidades con una sombra de conflictivo que no tendría por qué aflorar en el Bernabéu. Con esta incorporación se acaban las excusas para Mourinho, que a partir de ahora no podrá decir aquello de "no tenía una plantilla completa". Aunque con el extraño y exitoso entrenador portugués nunca se sabe.

Ivan Vazquez - ESPN

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